"No me canso,
no me rindo,
no me doy por vencido"
Así, exactamente, como dice la canción... y dan ganas de añadir...
Con los pies en la tierra,
la mirada al cielo
y mi corazón en Etiopía.
Seguimos, más al pie del cañón que nunca, gracias a la fuerza y energía que transmitís queridos compis de camino, gracias. Sois únicos.
Ese SEGUIMOS, es de todos los que estamos aquí, SEGUIMOS. Seguimos de la mano y ya no nos soltaremos.
Nuestros hijos serán tan afortunados de tenerse los unos a los otros...
Gracias por cruzaros en mi camino, deteneros y manteneros en él.
Sois cada banco en el que pararse a descansar, cada sombra del árbol cuando el sol aprieta, cada cabaña donde refugiarse, cada río en el que refrescarse cuerpo y mente, cada rayo de alegría por las mañanas, el abrazo del viento cuando sopla fuerte, la roca donde apoyarse cuando faltan fuerzas.
Gracias compis, gracias.
Mil besos de cacao.