martes, 2 de diciembre de 2014

6 meses...

Ya no pido que nos reunamos pronto...

Mi deseo es que estéis lo mejor posible, que seas lo más felices, que os cuidéis el uno al otro, que no os rindáis, que nos esperéis. 

Os queremos mucho, muchísmo, hasta la luna de ida... y vuelta.

miércoles, 8 de octubre de 2014

Sois estupendos, gracias por "estar" tan cerca

¡¡¡Buenos días!!!
 
Lo primero... perdón por estas semanas de no haber pasado por aquí. Entre el trabajo que aunque me encanta me absorbe, la búsqueda de casa (sí!!! estamos pensando en mudarnos!!!)... pues el día no estira más...
 
También es cierto que no tenía novedades que contaros. Aún así agradezco muchísimo todos vuestros mensajes, mail, llamadas, achuchones... sois geniales.
 
Seguimos sin la carta que necesitamos para pedir juicio. Ahora, desde hace unas poco, se necesitan dos y al menos una de ellas está, ero la otra, la de la región, que es fundamental, pues no está.
 
Y el que llegue es independiente de la apertura de las cortes... A ver si les da por firmar y no seguir amontonando. El resto de regiones con las que trabaja nuestra ECAI sigue su  rápido y habitual.
 
Los peques están preciosos. Tenemos la gran suerte de que aunque están lejos de Addis, los representantes de nuestra ECAI allí van a verles y nos van enviando fotos.
 
Pero ya hace 127 días desde que supimos quien tiraba del hilo rojo y... es dura esta espera sabiendo que son ellos quienes están al otro lado.
 
Esta mañana me decía una amiga especial que es súper mami de una preciosa bombón etíope..."aprendemos a querer en otra dimensión" y es tan taaan cierto....
 

viernes, 29 de agosto de 2014

Cuando los días se hacen años

89 días desde que supimos de vosotros... ojalá no pasen otros tantos para encontrarnos.
 
Os quiero hasta la luna de ida y vuelta.


 

martes, 29 de julio de 2014

nomedalavida

Es el título de mi nuevo blog.
 
Hace algunas semanas que lo estrené. A algunos ya os lo había comentado, para el resto... si os apetece, ¡¡¡sois muy bienvenidos!!!
 
Besitos de cacao y ¡¡¡feliz día!!!
 

viernes, 25 de julio de 2014

Regalos antes del cierre

Por suerte seguimos con una buena racha de asignaciones en nuestra ECAI y de las tres que hubo la semana pasada, dos han tenido juicio hoy y ha sido positivo!!! Muuchas felicidades familias.
 
Así que casi seguro les da tiempo a viajar antes del cierre que será el 6 de agosto. Me imagino la locura del contra reloj sumada a la ilusión y alegría desbordantes.
 
Me alegro de que para estas familias haya sido tan cortita esta espera entre conocerles, el juicio e ir a por ellos porque creo que es la etapa del camino en la que más se agradece que todo sea rápido y ágil.
 
¡¡¡Feliz fin de semana a todos!!!
 
Besitos de cacao.
 
 
 

miércoles, 23 de julio de 2014

Vamos a tener un parto complicado

Como embarazos especiales que son los nuestros, sobretodo en los tiempos, en las angustias, en el desconocimiento, en el no tener foto hasta el final o prueba médica que te diga "algo" sobre tus hijos... les corresponden también partos especiales.

Y el nuestro va a ser largo, largo... Me río yo de los partos de 24 horas, ya los quisiera yo así de rápidos!!! y así de dolorosos!!! Me apunto!!!

Estos partos nuestros son de un dolor de alma inmenso, de una incertidumbre que roza el miedo (y muchas veces lo toca), de una espera "dilatada" que se olvida de la medida del tiempo y de un desgaste físico que supera las expectativas de cualquiera que llegue si quiera a imaginárselo.

Por eso, sólo quienes habéis sentido el impacto de este parto, sabéis de que hablo.

Nuestro parto parece que se va a complicar... Y hasta que pase la época de lluvias allá por octubre tendremos que estar dilatando (y contrayendo el corazón).

Ahora no quiero pensar en cosas como... ya lo entenderás (por que sé que lo entenderé) o disfruta de tus últimas vacaciones (porque cuando cambie el chip lo haré) o aprovecha para... o... o... "O" setecientos "oes". No, ahora no.

AHORA no quiero, mira tú, no me da la gana, jajajaaa. AHORA necesito revelarme un poquito, sólo un poquito.

Entendéis que de vez en cuando se necesite para retomar fuerzas y aquí con vosotros me siento libre para poder hacerlo. ¡¡¡Y morirme de la rabiaaaa!!!

No pretendo ser negativa ni tampoco parecer quejicosa, pero necesito contaros cómo estoy. No para daros lástima, ni mucho menos, sólo necesito este espacio en el que me siento acogida y comprendida. Lejos de necesitar ánimos, ahora sólo necesito vuestra escucha. Creo que los que estáis en este camino entendéis perfectamente a lo que me estoy refiriendo sin necesidad de que me explique más.

Mil gracias por adelantado porque quedaros conmigo después de tantos años y por seguir a mi lado a través de las mil formas en las que se puede "estar al lado".

¡¡¡SOIS LO MÁS!!!
 

domingo, 20 de julio de 2014

Acercándonos con la palabra

 
Y mientras esperamos a que en Oromía redacten la carta... (que ya es mala suerte que la pidan desde nuestro expediente, que no la han pedido antes, pero qué le vamos a hacer...) estamos aprendiendo muchas cosas.
 
Sin olvidarnos de recordar el amhárico por si acaso... estamos aprendiendo palabras en oromo para poder hacernos entender más allá de los gestos y las miradas. Queremos hacerles ver que "estamos cerca" con todos los sentidos posibles.
 
Os dejo una preciosa canción que unos magníficos voluntarios músicos de Abay crearon en uno de sus viajes a Walmara. Un impresionante trabajo con el que empezaron allí la escuela de música. Las voces de las mujeres y los instrumentos de los voluntarios se mezclan en una conjunción perfecta. Es una canción de bienvenida y como homenaje a la región de Oromía, a la vez que expresan lo orgullosas que se están de su tierra y de su nación. Es un canto de alabanza y acogida.
 
 
Aquí va la letra:
 
Kamisi te so on koro
Oromo sabniko
Akan gari jirtu
Oromo
Akan gari jirtu
sabn ni ko
 
 
 
Y aquí el video con sus preciosas voces:
 
 
 
 
 
 
Besitos de cacao.
 



viernes, 4 de julio de 2014

Gracias Sama

Gracias querida compañera de camino, querida amiga.

Por estos años acompañándonos mutuamente. ¡¡¡Me ha hecho muchísima ilusión tu entrada en tu blog!!!

http://nuestraadopcionunembarazodiferente.blogspot.com.es/2014/07/felicidades-super-meri.HTML

Perdóname este mes de silencio, a penas lo habíamos compartido con casi nadie. Me moría de ganas por contároslo pero... somos dos, así que respeté su prudencia hasta que así lo quiso.

En cuanto tengas carta y juicio... prometo gritarlo el mismo día.

¡Mil besos mi niña!

miércoles, 2 de julio de 2014

Muy cerca de nuestros hijos


Primer mes…

Hace hoy justo un mes que nos llamaron de la ECAI para decirnos que tenían en sus manos nuestra ecografía y que seríamos papás de dos preciosidades etíopes.

Llevo desde entonces para contároslo. Sí, lo sé, me matáis porque ha pasado un mes y me he guardado esta noticia en el bolsillo (del corazón). Pero ya sabéis que sin juicio ni nada pues… da bastante susto. Queremos ser muy precavidos pues todos los que estamos en este camino sabemos el momento tan delicado que supone. Pero también queremos compartir con vosotros nuestra inmensa felicidad esperando que lo mejor sea lo que termine por ocurrir.

A día de hoy seguimos sin fecha, pues falta una carta de la región y hasta que no esté, no se puede solicitar fecha de juicio. Y cuando la tengamos… pues a esperar lo mejor. Pero bueno, para esto aún queda así que no vamos a pensar en mañana, quiero contaros “el hoy”.

No puedo usar otra palabra que no sea hijos, de verdad que no puedo aunque falten todavía escalones por subir y piedras que superar en nuestro camino hacia ellos.

Empezaré hablando de hace unos meses para terminar en hoy.

Llegó octubre del año pasado y nuestros papeles caducaban, debíamos renovar. Llevábamos tanto tiempo en este camino, y siempre habíamos pensado en familia numerosa, que veíamos que nuestro sueño se desvanecía por momentos. Sumado a la situación de la adopción en Etiopía que cada vez era más incierta y a las dificultades por las que nuestra ECAI (como el resto) estaban y están pasando… pues nuestra historia se complicaba mucho.

Así que solicitamos que nuestra idoneidad se ampliara a dos hermanos, manteniendo también la posibilidad de uno. Fue bastante duro y complicado en cuanto a la sesión con la trabajadora social durante más de tres horas… pero nosotros lo teníamos tan claro que ni lo peor que pudo pasar nos hizo tambalear.

Perdonad que empiece desde tan atrás pero necesito armar la historia entera.

Estábamos esas semanas, hasta que aceptaron nuestro nuevo CI, algo inquietos pues no las teníamos del todo con nosotros de que esta ampliación llegara a buen puerto. Pero nuestro barco llegó y con las mejores noticias, manteníamos nuestro primer CI y lo ampliábamos a hermanos. ¡Estábamos felices! Aunque esto, éramos conscientes, no suponía que con total seguridad fueran a llegar a nuestros brazos, pues podía ser que en lugar de dos hermanos fuera un peque, lo cual nos parecía igual de estupendo.

Avanzo la película y nos volvemos al 2 de julio cuando Pablo recibe la llamada de la ECAI y me llama. Estaba en el colegio, jamás me llama porque sabe que no le puedo coger, por lo que al ver su llamada pensé que algo grave pasaba pero no imaginé que era “esto” lo que pasaba.

Al día siguiente cogíamos AVE a Alicante para “conocerles”. Estábamos tan nerviosos y sí, por qué no decirlo, asustados que apenas nos hablamos en el viaje. Necesitábamos verles para creérnoslo del todo y encajar las piezas del puzle.

Mikiyas tiene 5 años, casi 6, y todo lo que sabemos de él está en unos cuantos papeles. Además de ser guapísimo, dicen esos papeles que, está sano resano y sabe contar y también el abecedario y que se relaciona muy bien con los niños.

Etsegenet tiene 2 años y medio y es una preciosidad igual que su hermano. También está sanísima y a ella le gusta jugar al fútbol y dicen que canta canciones.

¿Acaso se puede soñar con unos hijos mejores?

Si ya les queríamos sin conocerles… imaginaros ahora.

Son de Adama (Nazret), por lo que no hablan amharico si no oromo. Parece esta una frase sencilla que podría pasar por alto, pero no lo haré porque esas pocas palabras encierran toda una historia.

Creo que os conté que en marzo de hace dos años viajamos Pablo y yo a Etiopía por primera vez y lo hicimos con Paco, el presidente de Abay, que se ha convertido en un gran amigo y excelente apoyo como padre adoptivo, como compañero… Es una persona increíble.

En este viaje conocimos Nazret, qué casualidad. Teníamos mucho trabajo en Addis y poco pudimos salir de allí, pero sí que fuimos a Nazret. La historia de este viaje me la guardo con vuestro permiso y con todo mi cariño. La verdad es que me impresiona que justo fuéramos allí. Los motivos de ese viaje eran varios pero lo que me queda en la cabeza es que fuimos.

La siguiente parte de la frase es “hablan oromo”. Nuestra ECAI hizo un pequeño diccionario amharico-español y la verdad es que me había aprendido muchas palabras, eso sumado a los tres viajes a Etiopía, pues la verdad es que sabía algunas palabras. Estaba encantada porque podría “soltarles” algunas y quién sabe quizá entenderles otras cuantas. Pero no, hablan oromo.

Y, ¿sabéis que hablan en mi querida Walmara? ¡Exacto! Oromo. A mí ya no me parece casualidad si no “destino”. En los tres viajes he visto crecer Walmara y la he querido desde el minuto uno, sin embargo pocas palabras he sido capaz de aprenderme. Como bien imagináis ya me he puesto las pilas con esto.

Quiero no ser una extraña para nuestros hijos desde el primer momento. Sé que así ocurrirá, pero al menos poder decirles unas palabras en su idioma y poder entender algo. Por lo que ya estoy manos a la obra. Como buena maestra, haciendo bits de números y otras palabras de uso diario en imágenes y en ambos idiomas. Así como un pequeño diccionario que con ayuda de un amigo y compañero de Abay estoy haciendo.

Como vemos que esto se está alargando con la espera de la dichosa carta estamos aprovechando a hacer muchas cosas. Pablo ha desmontado el cuarto y montado de nuevo él solito y ha quedado genial. Ya sólo falta que nos llegue la litera.

Yo me he desquitado comprando algo de ropita para llevarnos allí, como no sé bien las tallas, pues he comprado poquito “de más menos una”.

Y se van pasando los días y seguimos sin noticias desde allí y sólo veo como la época de lluvias está cada vez más cerca y sé lo que esto implica. Si no viajamos en unas semanas… pues ya no lo haremos hasta octubre como pronto. Pero este pensamiento… lo dejo para otra entrada, que no quiero terminar esta así.


Quiero terminarla con la felicidad e ilusión que tenemos por sentirle ya tan cerca pudiéndoles poner cara y deseando con todas nuestras fuerzas que todo salga bien. Y dándoos las gracias por estos cuatro años a mi lado que espero que sean muchos más y pueda presentaros pronto a nuestros a  hijos y contaros de ellos.
 
Bien sabéis que sin vosotros esto no sería lo que es. Nunca dejaré de daros las GRACIAS porque nunca será suficiente para agradecer el apoyo, cariño, escucha, comprensión, acogida, empuje, alegría, ilusión… cientos de momentos que forman parte de esta historia de amor que nos llevará hasta nuestros hijos.
El hilo rojo se va desenredando y nos aproxima a ellos.



lunes, 19 de mayo de 2014

El viaje de ASICS a Walmara

Llevo unas semanas de locura entre el trabajo y la universidad y se me había pasado poner lo que escribí sobre mi último viaje a Etiopía. Podéis leerlo como siempre en la web de Abay, os dejo aquí el link http://gabakemisa.wordpress.com/2014/05/07/el-viaje-de-asics-a-walmara/
 
Pero esta vez, también os lo dejo escrito en esta entrada. ¡Feliz día!
 
 
Con los ojos abiertos y el corazón bien apretado íbamos llegando primero a Addis y poco después a Gaba.
 
Iñaki, Paco, Javi y Jesús llegaron unos días antes. Una suerte porque pudieron asistir a la presentación del libro “Addis, Addis” de Carlos Agulló en la Embajada de España en Addis. También se adelantaron llegando a Walmara y empezaron a remangarse para trabajar con el cuerpo y con la mente.
 
El primer día en Walmara amanecieron antes de que lo hiciera el sol y caminando entre la tierra embarrada y cuarteada que había dejado la tormenta de la noche anterior pusieron rumbo a Tefki, casi 13 kilómetros que comenzaron en la oscuridad para poder llegar a tiempo a un entrenamiento muy especial. Un entrenamiento en el que consistía “solamente” en correr por las calles, un entrenamiento en el que estaban corredores de primera categoría como  Kenenisa Bekele o Tirunesh Dibaba. El objetivo era conocer actividades turísticas próximas a Gaba Kemisa que puedan promoverse asociadas a la visita a Walmara.
A las pocas horas tanto ellos como nosotros (Carlos y yo, que habíamos llegado la noche anterior a Addis) nos encontraríamos en  “nuestra casa” Abay en Walmara.
 
Íbamos acompañados por Maier (que pasaría dos días con nosotros), Carlos Agulló y Loreto, su mujer, (que nos acompañarían sólo es día), Engedawork, Eyob y Behailu (que se marcharían esa tarde con Carlos y Loreto).
 
Bien, pues hechas las presentaciones, retomo. Llegábamos a media mañana. La emoción de volver casi no me dejaba disfrutar del camino. Íbamos cargados hasta los topes y tan apretados que tuvimos que jugar a tetris para poder colocarnos de forma que entrásemos todos.
Salté del todo terrero y al poner los pies en Gaba por un momento todo se paró. Y el sol brilló más si cabía, y el calor me aplastó el cuerpo, y el sonido y el olor de aquella tierra se arremolinaron en mi cabeza y mi alma se llenó de repente. Habíamos llegado a casa.
              
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La tarde transcurrió agitada entre las explicaciones de los proyectos a Engdawork, Carlos y Loreto, así como las presentaciones a todos los asistentes de Walmara (por supuesto el alcalde entre ellos y el primero) de IRT, del libro de Carlos, del libro de Buna, del Thursday Market, de la entrega de la primera edición de cuentos escritos y dibujados por alumnos de Bacho y de un colegio de España, la proyección del video de IRT y de escuelas canguro…
 
Y la noche se hizo larga rematando todo lo necesario para la carrera del día siguiente, camisetas, dorsales, listados de inscripciones…
              
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El calor de la mañana, la emoción, los nervios y la ilusión de nuestra primera carrera allí nos puso en pie a todos muy temprano.
 
Los corredores se agolpaban a las puertas de centro sin apenas darnos tiempo a buscar sus dorsales y entregarles las camisetas. Tuvimos que multiplicar nuestros esfuerzos y dividir nuestros cuerpos para poder alcanzar las 11 de la mañana y que los participantes se encontraran en la línea de salida para, por fin, y después de un año del trabajo de muchos, viéramos con nuestros propios ojos y sintiéramos en primera persona la I Carrera IRT.
 
Se hace difícil describir lo que cada uno de los seis sintió. Distribuidos por la carrera, cada uno cumplíamos con nuestra parte de “plan”. Me arriesgo a decir, sin miedo a equivocarme, que sentimos algo parecido a una mezcla de asombro, alegría, emoción,  entusiasmo, orgullo, felicidad, desconcierto… cada uno en mayor o menor medida y enredado con una profunda sensación de conectar más que nunca España con Etiopía.
 
Con la fiesta y el jaleo de después se fueron aflojando las tensiones de la mañana que acarreábamos cada uno y que nos lo habíamos dicho en silencio con la sonrisa de las miradas.
La tarde no daba tregua y el trabajo nos esperaba, así que le dimos esquinazo al cansancio y proseguimos el día con la energía suficiente para llegar a la noche enteros. Nos habían preparado una cena de bienvenida.
 
Profesores, monitores, gente del pueblo, el alcalde… la biblioteca se había convertido en el centro de aquellas charlas, risas y multitud de injera por todas partes. Tras la cena,  nos entregaron  dos preciosos trajes típicos de Oromía y un cuadro con el logo de Abay.
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El resto de días en Walmara transcurrieron entre miles de proyectos y actividades en las que cada uno dio lo mejor de sí mismo, no me cabe la menor duda. Desde la revisión de apadrinamientos y el funcionamiento del aula canguro y el aula enlace, la mejora del club de extraescolares, los talleres de hermanamiento y de inglés, la dinamización de la biblioteca, el seguimiento del taller textil, el comienzo de las obras para el proyecto EBA, la contratación de nuevo personal, las múltiples reuniones con profesores, monitores, comité… las revisiones médicas y el apoyo al enfermero, la dotación de nuevo material deportivo, las actividades de gymkana con todos los alumnos de la escuela canguro y aula enlace, las mejoras en las instalaciones y la revisión de éstas…
 
Era lo mejor de cada día, el no parar, el avanzar, el saber que el tiempo allí cundía por dos y se los esfuerzos de todos se repartían por cada rincón. Y aunque a veces el cansancio quería ganarnos la partida, bastaba una sonrisa o una mirada de un compañero para saber que ya podía darse media vuelta “ese cansancio” porque no tenía nada que hacer.
 
Aún con el foco estaba puesto en el trabajo, también quedaron tiempos para disfrutar de un paseo todos juntos a las tantas de la madrugada a ver las estrellas bajo el cielo de Gaba Kemisa, tiempo para caminar hasta Tulu Falo Dalecha en busca de un proveedor de miel, tiempo para ir al mercado del jueves y disfrutar de una coca cola caliente, tiempo para fregar los cacharros en aquellos barreños en el patio con la única luz de nuestras linternas, tiempo para hacer una tortilla de patatas en dos tardes, tiempo para unos deliciosos bollos con el café de la mañana acompañados de “¿quieres un malarone?”, tiempo para una partida de ping pong, tiempo para lavar nuestra ropa, tiempo para algunas charlas y bastantes risas.
 
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No podía creerlo, era la última y es que… no quería hacerlo. No podía. No aún, era demasiado pronto. O tal vez no, era justo el momento, pero para mí era muy pronto. Sí, debió ser eso, era muy pronto para mí. Sin embargo… lo hice.
 
Leí primero a mis compañeros, a cada cual más sincero y más emotivo contando en el precioso libro de Walmara lo que aquellos días habían significado para cada uno. Por fin escribí, no sin dolor en mis palabras pues significaban que nos marchábamos.
 
Me apresuré a hacer la maleta, queríamos salir temprano después de comer y ya era casi la hora de irnos.
 
Las maletas se quedaban con Eshetu que esperaría al coche para encontrarnos en Suba Park al atardecer. El resto saldríamos de Gaba caminando unos 13 kilómetros hasta allí.
 
Los primeros besos y los primeros abrazos los superé tragando saliva y mirando sin mirar pues si revisaba cada esquina iba a volverme loca y a agarrarme a la puerta como una niña pequeña gritando “no me quiero ir”. Abonesh fue de la última de quien me despedí y ya no pude evitarlo. Mi pecho me presionó con fuerza y mi corazón lloró primero, detrás fueron mis ojos.
 
Durante unos minutos me quedé la última en el camino a Suba, necesitaba que esas lágrimas se marcharan rápido y me dejaran disfrutar del recorrido a pie que nos esperaba.
 
Amenazaba con llover y con oscurecer antes de nuestra llegada así que aceleramos el paso por aquel camino de tierra bastante poco amable. Sin embargo, las vistas de cada paso merecían la pena y nos dejaban perplejos a cada minuto.
 
Las risas y las bromas no cesaron durante todo el camino, era sin duda un regalo, no se podía tener mejores compañeros de viaje. Y no podían acabarse mejor esos días que con aquel viaje a Suba.
 
Queríamos conocer el camino y el lugar como posible recomendación a los futuros voluntarios que llegaran a Walmara.
 
Nada más llegar, el cielo se cerró y oscureció de golpe. Una fuerte tormenta había comenzado a arreciar.
 
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El último día de nuestro viaje lo pasaríamos en Addis, recorriendo las tiendas y mezclándonos en bullicio de Merkato para comparar artesanías. Y lo remataríamos por la tarde con nuestra última reunión para seguir valorando proyectos de colaboración.
 
Casi entrada la noche abandonábamos Addis. Empezaba nuestro viaje retorno. Las caras de todos denotaban cuánto dejábamos en aquella tierra querida.  Y las sonrisas compartidas hablaban de lo que nos costaría la despedida.
 
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Las voces mudas despiertan en Gaba
el tímido sol se atreve a salir
la luna no quiere esconderse
por miedo a sentirse morir
 
No se acordó de vosotros
¿quién sabe que estáis ahí?
 
La tierra rojiza se deja empapar
el viento calmado susurra en oromo
canciones borradas que vuelan despacio
y llegan muy lejos no se sabe cómo
 
No se acordó de vosotros
¿quién sabe que estáis ahí?
 
El sol en lo alto se ha vuelto a llenar
de vivos colores y cálida paz
despierta ya el pueblo entero
y muéstrale al mundo de qué eres capaz
 
 
Y nos marchamos, con los ojos cerrados y el corazón repartido por cada rincón de Gaba Kemisa.
 
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Y llegamos a casa y llegamos a nuestros trabajos y a la rueda que habíamos dejado al marcharnos, y seguía girando… ¿Por qué lo hacía tan deprisa? De un saltó o tal vez de un empujón conseguí subirme al fin.
 
¿Por qué era tan difícil de explicar cómo era Walmara? ¿Por qué eran tan torpes mis palabras contando lo que habíamos ido a hacer allí? Sonaban huecas las explicaciones y carecían del sentimiento con el que ocurrieron. Daban ganas de decir, lo siento, no te lo puedo contar, tendrás que ir allí y vivirlo tú.
 
Y entre intento e intento por tratar de explicar recordé que me había dejado el corazón repartido en aquellas sonrisas, en aquellos ojos azabache, en aquella luna, en aquella tierra… tal vez por eso no lo sabía contar…

domingo, 4 de mayo de 2014

Felicidades a las mamis del corazón

Perdonad que dedique esta entrada a las mamis que estamos en este precioso camino de la maternidad. A todas y cada una de ellas, a las que han llegado hasta sus hijos y a las que seguimos caminando hacia ellos. Y muy especialmente a éstas últimas.
 
 
Os deseo que esta andadura no haga más que reforzar la ilusión, la entrega, las ganas, la alegría de ser madres. Y que sepamos convertir esas piedras en paciencia, fortaleza, compresión, escucha, valentía y entereza.
 
 
 
(Soy consciente de que ya utilicé esta imagen pero es que me encanta.)
 
 
Este embarazo de elefanta nos permite querer a nuestros hijos antes de tenerlos con nosotras, mucho antes. ¿Quién puede decir lo mismo? Sólo nosotras. Desde muchos años antes de tenerlos a nuestro lado les amamos, les pensamos, les extrañamos... y sí, también les lloramos, pero les lloramos por amor.
 
¡¡¡Felicidades a todas porque ya sois madres!!!
 
 
Gracias a todos los que, de la mano, me acompañáis en esta aventura, me sujetáis, me animáis, me escucháis, me comprendéis, me dejáis ser, me aliviáis, me perdonáis, me reconfortáis, me recogéis cuando caigo, me curáis, tiráis de mí, me hacéis reír, me dais la vuelta, me cuidáis, os preocupáis por mí, pero sobretodo ME QUEREIS!!!



viernes, 25 de abril de 2014

Mi corazón late Etiopía

Es difícil poner en palabras los sentimientos y las sensaciones, muy difícil.

Y Etiopía despierta en mí muchas cosas desde hace mucho y sigue haciéndolo. No deja de sorprenderme, de atraparme, de enamorarme.

Me he arriesgado a ponerle letras a mis corazón. Espero que os guste, ahí va!!!!

http://arteparawalmara.abayetiopia.org/mi-corazon-late-etiopia/


 
Foto de Abay ONG Asociación para el desarrollo en Etiopía.
 
 


domingo, 6 de abril de 2014

Intentando "estar" aquí

Quizá no es el mejor momento para ponerse a escribir esta entrada pero siento como que necesito soltarlo por algún lado para no estallar. Como siempre... con vosotros al otro lado me encuentro en la mejor de las compañías.
 
Hace unas horas que hemos aterrizado en Barajas, bueno al menos nuestras sucias maletas y nuestros cuerpos cansados, pero dudo que lo hayan hecho nuestras mentes inquietas clavas en lo vivido estos días y nuestros corazones desbordados por tantas emociones.
 
Al menos mi mente y mi corazón siguen allí, espero que cojan el vuelo de vuelta pronto porque los necesito aquí. Venía "haciéndome la fuerte" pero... ¿a quién pretendo engañar?
 
Cierro los ojos y veo sus caras y sus risas, la escuela, el campo de fútbol, el barro, los tukules, el café, los profesores, la injera, las estrellas mientras fregamos los platos en un barreño en el patio, el pozo, las nuevas obras, las reuniones y formaciones, las redacciones de actas, las visitas a las casas, las revisiones médicas, las actividades deportivas, el mercado del jueves, la luz que viene y se va, se va...
 
Vuelvo a cerrarlos y me sorprendo orgullosa de Abay con el desarrollo y montaje de nuestra primera carrera In Real Time, tantos compañeros currando durante casi un año desde aquí y ese mismo día desde allí (¿o es aquí?, no sé dónde estoy)
 
Y por tercera vez los cierro y... estáis ahí cada uno de vosotros mis amigos y familia Abay que habéis hecho de este viaje algo inolvidable. Porque sois magníficos, porque no habéis parado de currar con la mejor de las sonrisas, por vuestra entrega, vuestra ilusión, vuestra alegría, vuestro empuje, vuestras ganas de, vuestra capacidad de escucha y empatía. Porque antes de que uno de nosotros necesitara una mano, tres estaban ya allí dispuestas, porque nos hemos reído mucho, porque nos hemos cuidado, porque mil muestras de cariño se palpaban a diario, porque hemos disfrutado al 500%. Sí, 500% ABAY.
 
Con lágrimas en los ojos, el corazón perdido y la mente sobrevolando Walmara... os dejo hasta otro ratito.

miércoles, 26 de marzo de 2014

Vuelvo a casa

Esta es una noche muy especial.
 
Comienza mi viaje. Desde casa, con la mente, pero comienza.
 
Mis compañeros de Abay Paco, Iñaki, Jesús y Javi salen en unas horas destino a Addis y en parte yo me voy con ellos. Hoy todos nos hemos escrito mil veces, por nervios, por ilusión , por ganas, por ver tan cerca el culmen de tantos meses de trabajo.
 
Por eso y por estar juntos viviendo una experiencia tan increíble y maravillosa como las que nos espera a los seis.
 
He dicho compañeros y lo he hecho a conciencia, eso eran, compañeros. Ahora sólo puedo considerarlos amigos. Con unos he vivido más cosas que con otros, es cierto, a Iñaki ni siquiera lo conozco en persona, pero Abay es lo que tiene.
 
Te une, te arrastra, te engancha, te recoge, te acoge y te aprieta fuerte y te atrapa. Y lo hace junto a personas tan maravillosas como con los cinco estupendos chicos con los que me marcho a Walmara.
 
Con los que me marcho a Walmara... Sí, Paco, como me decías... "volvemos a casa". No me marcho a Walmara, vuelvo a casa. Ha sido precioso leerlo. Gracias por tus palabras. Y vuelvo contigo con quien fui por primera vez, sin conocernos de nada, sólo por un par de mails y una llamada de horas, pero una.
 
Y recuerdo todo cuanto dices de ese viaje. Fue genial. Recuerdo Walmara, el espectacular recibimiento y las horas que allí pasamos.
 
Vuelvo a casa contigo y con quienes nos llamas familia. Qué gran honor, Mister. Nadie como tú para llevar a Abay donde está y para sacar lo mejor de cada uno de nosotros y ponerlo al servicio de un país que amamos. Nadie como tú para dar ejemplo de constancia, trabajo en equipo, esfuerzo, entrega, compromiso...
 
Este viaje tengo la suerte de compartirlo también con Javi. Para el que no hay palabras. Ya sabes cuánto cariño te tengo. Siempre de buen humor, siempre con una sonrisa, currante como el que más, procurando que "todo marche bien". Eres un cielo, lindo.
 
Y con Jesús, que tiene el don da sacarme de mis casillas más rápido que nadie. Jajajaaa!!! Con quien me rio y me desahogo de las pequeñas cosas. Un trozo de pan aunque no le guste reconocerlo. Aunque se vista de ácido e irónico, sabemos cuanto nos aprecia y cuánto nos cuida. Jesús, no lo puedes evitar, eres genial!
 
Y con Carlos, quien me ha demostrado a lo largo de muchos meses su amistad aun a través de la distancia. Inquieto, imparable y también incorregible e indomable. Jajajajaaa!!! Un placer compartir estos días contigo.
 
Y por último con Iñaki, a quien conozco sólo por "a través de las ondas" en todas sus variedades. "La voz de Abay", y qué voz!!! La solidez en persona y un gamberro number one a quien le debo más de una inocentada, verdad? Feliz de conocerte por fin y de hacerlo en Walmara.
 
No puedo tener más suerte de volver a mi querida Walmara con vosotros cinco. Será un viaje realmente especial.
 
¡¡¡Buen viaje chicos!!! Carlos y yo ya casi salimos.
 
Os echaré de menos, así que... escribid en cuanto podáis.
 
Todo mi cariño,
 
Meri.
 

viernes, 21 de marzo de 2014

Ya es hora

Han pasado muchos meses desde que estamos preparando este evento, muchísimos, casi un año. Y han pasado también muchos meses, aunque no tantos, desde que tengo el billete a Addis.
 
Han pasado semanas y semanas de preparación de todo lo que allí tenemos programado. Por medio tantos correos, quedadas, llamadas, skypes...
 
Y sin embargo con el trajín del día a día y con el vaivén de todo lo que tengo entre manos... hasta ahora no me he parado quieta a pensar... ME VOY!!! Sí, vuelvo a mi querida Walmara. No he tenido "tiempo" para poner al menos un trocito de mi mente allí.
 
Pero ahora sí, es el momento. Ya es hora. Hora de "volver". De permitirme tener puesto allí el corazón y las inmensas ganas de volver.
 
De casi sentir y respirar sus colores, su gente, su escuela, sus niños, sus sonrisas, la mezcla de olores, el paisaje mudo, el polvo al caminar, las canciones...
 
Cierro los ojos y escucho el traqueteo de nuestra llegada.
 
 

martes, 18 de marzo de 2014

Expedición Walmara

La mayoría ya lo sabéis... Vuelvo a Etiopía con Abay!!! Con quién si no!!!
 
Llevo semanas para contároslo!!! Pero es que estoy teniendo mucho trabajo entre la universidad y el colegio y nunca encontraba el rato calmado para escribiros.
 
Vuelvo por muchas razones, no sabría por cuál empezar...
 
A ver... vivir en primera persona la I Carrera de Abay In Real Time que se celebrará el 30 de marzo en Walmara (Etiopía). Esta carrera significa muchas cosas y el proyecto que lo sujeta detrás no puede ser más apasionante. Esta carrera se realizará también en distintas localidades españolas... Tres Cantos, Santiago de Compostela, Cáceres, As Pontes, Hondarribia y Rincón de la Victoria, todas al tiempo que la que tendrá lugar en Etiopía. Además esa semana se realizarán distintas actividades culturales relacionadas con Etiopía en distintos puntos de nuestra geografía.
 
Aquí os dejo toda la información, actividades, proyecto... www.inrealtime.abay.com. Una página con "mucha miga" donde además podréis inscribiros y participar "in real time" desde aquí.
 
Vuelvo también para seguir dando forma a los proyectos tan magníficos que desde Abay se llevan a cabo. La parte que hacemos desde aquí, necesita su cara de la moneda desde allí. Ponerse y colocarse en cada cosa y en cada persona.
 
Pero sobretodo vuelvo porque Walmara me atrapó hace ahora dos años. Ya lo sabéis bien los que me seguís desde hace tiempo.
 
Y tengo la inmensa suerte de irme con cinco compañeros de Abay que van a hacer que sea un viaje más inolvidable aún si cabe. Vamos los seis llenos de emoción, con muchas ganas, cargados de ilusión, con la sonrisa puesta y el corazón, los ojos y la mente bien abiertos.
 
Seguimos preparando cosas... os iré contando más antes de irme y ojalá pueda también hacerlo desde allí.
 

domingo, 2 de marzo de 2014

¿Rozamos Addis?

¿Te apetece sucumbir a los encantos de nuestra querida Addis? ¿Adentrarte en las vidas de personajes anónimos y descubrir sus miradas?  ¿O conocer la otra cara de personas conocidas por todos?

Si tu respuesta es sí... aquí tienes lo que buscabas. Yo empiezo esta noche.

 
 
Addis, Addis es una crónica en trece capítulos a través de la observación personal y del testimonio de once personajes. Unos conocidos, como el atleta Haile Gebreselassie o el pintor Afewerk Tekle; agitadores de la vida cultural de la ciudad, como Melaku Belay, un niño de la calle que se convirtió en bailarín, o Munit Mesfin, una cantante que dejó una vida encarrilada en Estados Unidos para regresar a Etiopía; jóvenes profesionales, como la arquitecta Selam Tewasom, que no renuncia a las oportunidades de diversión que le ofrece su ciudad; o Wubalem Tadesse, un ingeniero forestal que se formó en Cuba y en España; Mohamed y Peter, niños que se tienen que patear las calles para sobrevivir, o Filagot, recién graduada como enfermera para orgullo de su modesto barrio de la periferia.

 
Aquí puedes hacerte con el tuyo: http://www.tienda.abayetiopia.org/addis-Addis

 

domingo, 16 de febrero de 2014

Cuerdas

 
Os dejo un precioso corto que ha ganado más que merecidísimamente un Goya 2014.
 
Iba a poneros una reflexión, pero no digo nada para no robarle ni medio segundo de magia.
 
Sólo una cosa... profundamente inspirador.
 
 

sábado, 15 de febrero de 2014

Tengo una caricia

Hace mucho quiero contaros este precioso cuento de Elsa Bornemann, Cuento con caricia, espero que lo disfrutéis tanto como yo. Me tiene enamorada.
 
Ojalá un día pueda contártelo hij@.
 
 
CUENTO CON CARICIA
 
No sabía lo que era una caricia. Nunca lo habían acariciado antes. Por eso, cuando el changuito rozó su plumaje junto a la laguna –alisándoselo suavemente con la mano–, el tero se voló. Su alegría era tanta que necesitaba todo el aire para desparramarla.–¡Teru! ¡Teru! ¡Teru! ¡Teru! ¡Teru! ¡Teru! –se alejó chillando. El changuito lo vio desaparecer, sorprendido. La tarde se quedó sentada a su lado sin entender nada.

–¡Hoy me han acariciado! ¡La caricia es hermosa! –seguía diciendo con sus teru-teru...

–¡Eh, tero! ¡Ven aquí! ¡Quiero saber qué es una caricia! –le gritó una vaca al escucharlo. El tero se dejó caer: un planeador blanco, negro y pardo, de gracioso copete, aterrizando junto a la vaca...

–Esto es una caricia... –le dijo el tero, mientras que con el ala izquierda rozaba una y otra vez una pata de la vaca–. Me gusta tu cuero, ¿sabes? No imaginaba que fuera tan distinto de mi plumaje...

La vaca no lo escuchaba ya. Pasto y cielo se iban mezclando en una cinta verdeazul con cada aleteo del ave. Ni siquiera sentía las fastidiosas moscas...

Con varios felices muuu... muuu... se despidió entonces del tero. ¿Caminaba o flotaba? ¿Soñaba? No. Era tan cierto como el sol del atardecer, bostezando sobre el campo. Era verdad: ella sabía ahora lo que era una caricia... Distraída, atropelló un armadillo que descansaba entre unos matorrales:

–Cuidado, vaca, ¿no ves que casi me pisas? ¿Qué te pasa? ¿Estás enferma?

–Este quirquincho no puede entender... –pensó la vaca–. Es tan tonto... –y continuó caminando o flotando, mugiendo o cantando... Pero el animalito peludo la siguió curioso, arrastrándose lentamente sobre sus patas. Finalmente, la chistó:

–Shh... Shhh... ¿No vas a decirme qué te pasa? Suspirando, la vaca decidió contarle:

–Hoy he aprendido lo que es una caricia... Estoy tan contenta...

–¿Una caricia? –repitió el armadillo, tropezando con el nudo de una raíz–.¿Qué gusto tiene una caricia?

La vaca mugió divertida:

–No, no es algo para comer... Acércate que te voy a enseñar... –y la vaca rozó con su cola el duro y espeso pelo del animalito. Su coraza se estremeció. Tampoco a él lo habían acariciado antes...

¿De modo que ese contacto tan lindo era una caricia? Para ocultar su emoción, cavó rápidamente un agujero en la tierra y desapareció en él. La noche taconeaba ya sobre los pastos cuando el armadillo decidió salir. La vaca se había ido, dejándole la caricia... ¿A quién regalarla? De pronto, un puercoespín se desperezó en la puerta de su grieta. Era la hora de salir a buscar alimentos.

–¡Qué mala suerte tengo! –exclamó el armadillo–. ¡Encontrarte justamente a ti!

–¿Se puede saber por qué dices esa tontería? –gruñó el puercoespín, dándose vuelta enojado.

–Pues... porque tengo ganas de regalar una caricia... pero con esas treinta mil púas que tienes sobre el cuerpo... voy a pincharme...

–¿Una caricia? –le preguntó muy interesado el roedor–. ¿Te parece que mis dientes serán lo suficientemente fuertes para morderla? ¿Es dulce o salada?

–No, amigo, una caricia no es una madera de las que te gustan tanto...ni una caña de azúcar... ni un terroncito de sal... Una caricia es esto...–y frotando despacito su caparazón contra la única parte sin púas de la cabeza del puercoespín, el armadillo se la regaló.

¡Qué cosquilleo recorrió su piel! Un gruñido de alegría se paró en la noche. Su primera caricia...

–¡No te vayas! ¡No te vayas! –alcanzó a oír que el armadillo le gritaba riendo. Pero él necesitaba estar solo... Gruñendo feliz, se zambulló en la oscuridad de unas matas. La mañana lo encontró despierto, aún sin desayunar y murmurando:

–Tengo una caricia... Tengo una caricia... ¿A quién podré dársela? Ninguno me la aceptará... Tengo tantas púas...

–¿Estás loco? –le dijo una perdiz. –¡Se ha emborrachado! –aseguró una liebre. Y ambas dispararon para no pincharse. El puercoespín se enroscó. Su soledad de púas lo molestaba por primera vez...Ya era tarde cuando lo vio, recostado sobre un tronco, junto a la laguna. El changuito sostenía con sus piernas la caña de pescar. Un sombrero de paja le entoldaba los ojos. Dormitaba...

El puercoespín no lo pensó dos veces y allá fue, llevándole su caricia. Su hociquito se apretó un momento contra la rodilla del chango antes de escapar –temblando– hacia el hueco de un árbol. El muchachito ni siquiera se movió, pero a través de un agujerito de su sombrero lo vio todo.

–¡El puercoespín me acarició! –se dijo por lo bajo, mirando de reojo su rodilla curtida–. Esto sí que no lo va a creer mi tata... –y su silbidito de alegría rebotó en la laguna.

–¿Dormita el chango? ¿Sonríe? ¿Pesca o silba? –se preguntó la tarde. Y siguió sentada a su lado sin entender nada.