Hace unos días, una amiga a la que quiero mucho, que envió este cuento. Ella me conoce muy bien y sabía lo triste que estaba con la noticia de Dawit.
Y como siempre, encontró la manera de comprenderme y animarme. ¡Gracias Marisa! ¡¡¡Eres un soooool!!!
He pensado que os gustaría y por eso lo dejo aquí. Algún día quizá queramos contárselo a nuestros pequeños. ;)
Por qué el pequeño elefante rosa sé puso triste y cómo volvio a sonreír
Había una vez en áfrica una gran manada de elefantes, y había también un pequeño elefante que vivía con sus padres. Beno era muy alegre y todos lo querían mucho. El pequeño elefante tenía un amigo con el que jugaba mucho, era su mejor amigo, Fredi.
El pequeño elefante rosa sé puso tan triste que sé le fueron las ganas de jugar. La comida ya no le sabía a nada. Y a veces sé enfurecia con la mamá de Fredi, que sé lo había llevado. Todos intentaban consolar a Beno, que inventaba olvidarlo todo, pero no podía.
Finalmente decidió ir a ver a la lechuza Eureka,que era vieja y sabia y todos los animales de ia región la conocían, por sus sabios consejos.
La lechuza escuchó las penas que le contó el elefante. Luego reflexionó un rato y dijo:
- Puedes hacer 3 cosas: Primero, sí estas triste, llora. Da igual lo que digan los demás. Con el llanto pasa lo mismo que con las nubes de lluvia, oscuras y espesas. Una vez que ha llovido y la nube se ha descargado, vuelve a ser ligera y blanca. Segundo,cuéntale tú gran pena a alguien a quién quieras mucho. Y tercero, haz en tú corazón un sitio para tu amigo, asi siempre estará contigo en tu recuerdo.
- Y además, el tiempo ayudará. A medida que irá pasando, se llevará tú pena.
Cuando llegó a casa, el pequeño elefante rosa dio rienda suelta a su tristeza. Lloró durante tres días y una hora. Después respiró hondo y se sintió más aliviado.
Seguidamente el pequeño elefante fue a ver a su mamá y le contó con todo detalle su gran pena y lo mucho que echaba de menos a Fredi.
Su madre le dijo:
- Realmente es muy triste perder a un amigo.
Después lo rodeó con su trompa y lo abrazó. Beno se acurrucó junto a su madre y sé sintió un poco mejor todavía.
Por la tarde, Beno sé acostó a la sombra de un árbol y buscó un lugar para Fredi en su corazón. Luego, respiró hondo y sí sintió mucho mejor.
En el corazón de Beno ahora había un sitio grande y hermoso para Fredi, y además había sitio para sus padres y otros pequeños elefantes.
Cuando había pensado un buen rato escuchando su corazón, sé dio cuenta que todavía quedaba mucho sitio para elefantes y otros animales que ni siquiera conocía aún, y eso le alegro mucho.
Por primera vez, desde hacia semanas, fue a jugar con los demás elefantes. Acababa de llover y al volver a salir el sol apareció un maravilloso arcoiris. El arcoiris le quiso dar una gran alegría a Beno, porque conocía su pena. Entonces les regaló sus colores, y así los elefantes tuvieron los colores más bellos.
Ahora por fin volvía a sentirse bien.
Asi volvió a jugar con todos los demás. Y contaba a los demás todo lo que había compartido con Fredi. Por la noche, cuando dormía, a veces soñaba con Fredi.
Los elefantes de la manada se alegraron mucho cuando el pequeño elefante rosa volvió a estar feliz y a jugar alegremente con los demás elefantes, y por eso hicieron una gran fiesta.
Y un día el pequeño elefante rosa encontró un nuevo amigo, su mejor amigo, el amarillo, o quizá el azul, ¿tú que crees?