Ayer, Pablo llevó dos de los papeles que nos faltaba a la ECAI. Se anunciaba un día estupendo. A la espera de un certificado que no llega, ya estaba todo listo en la ECAI para empezar el ansiado viaje.
Las malas noticias cayeron como un jarro de agua fria. Le dijeron a Pablo que nuestro expdiente era el último que tramitaban por todo el lio que estaba formándose en Etiopía con la posible redución de asignaciones.
Las noticias no son claras y nadie se atreve a decir nada porque aún no hay nada en firme. Pero el revuelo está servido.
No sabemos exactamente qué conllevará, retrasos, parones... mejor no pensar porque no se sabe nada de momento.
Pero aquella paz y tranquilidad que debía seguir al dejar listo todo el papeleo, la dulce espera que se avecinaba se rompió en mil pedazos como un cristal de espejo después de una pedrada.
Por fortuna, y dando gracias, al menos han aceptado nuestro expediente en la ECAI y todo hace pensar que en unos meses, llegará a Etiopía y allí... ¡Dios dirá!
El chasco fue inmediato e incontrolable, pero también fue momentáneo y pasajero. Enseguida mis compañeras de trabajo, amigos y familia nos reconfortaron y animaron. ¡Gracias!
¡¡¡Mira que tengamos que armar todo este lio para que nos queráis como lo haceís!!! Vaya tela...
Os diremos que estamos bien, que estamos tranquilos porque esto no está en nuestras manos. Las cosas pasan por algo y será lo que tenga que ser. Para bien o para "otro" bien.
Él sabe más y encontraremos respuesta y sentido a todo esto. ¡Estoy convencida!
Y de cualquier forma...
"El sol brillará mañana,
que te apuestas tú a que mañana, sale el sol.
Si piensas que habrá, mañana,
todos tus problemas y tus dramas...
Nada son.
Cuando el dia es muy gris,
yo estoy, muy triste.
La cabeza levanto y digo así.
El sol, saldrá, mañana.
Es mejor que espere hasta mañana,
Dios dirá...".
PD. Pablo llegó a casa después de la noticia con un ramo de tulipanes naranjas (mis favoritos) y un saco de chuches (mis favoritas). El sol salió anoche mismo. ;P