lunes, 14 de febrero de 2011

La leyenda de San Valentín

Lejos de parecer un mero invento del Corte Inglés para que nos gastemos los dineros, este relato nos cuenta cómo se coló San Valentín en nuestras vidas.

He querido recuperar esta vieja historia para acercárosla y dejarla por aquí.

Nos vamos a trasladar a la Roma del siglo III, época en la que el cristianismo era perseguido. En este periodo también se prohibía el matrimonio entre los soldados ya que se creía que los hombres solteros rendían más en el campo de batalla que los hombres casados porque no estaban emocionalmente ligados a sus familias.

Es en estas circunstancias cuando surge la figura de San Valentín, un sacerdote cristiano que ante tal injusticia decide casar a las parejas bajo el ritual cristiano a escondidas de los ojos romanos.

Valentín adquiere por proteger a los enamorados y auspiciar bodas secretas gran prestigio en toda la ciudad y es llamado por el emperador Claudio II para conocerle. El sacerdote aprovecha aquella visita para hacer propaganda de la religión cristiana y convencer al emperador para que siga los pasos de Jesús. Aunque en un principio Claudio II se sintió atraído por aquella religión que los mismos romanos perseguían, los soldados y el propio Gobernador de Roma le obligaron a desistir y organizaron una campaña en contra de Valentín. El emperador romano cambió de opinión y ordenó al gobernador de Roma que procesara al sacerdote.

La misión de condenar al sacerdote la tuvo que llevar acabo el lugarteniente, Asterius. Éste, cuando estuvo delante del sacerdote,  se burló de la religión cristiana y quiso poner a prueba a Valentín. Le preguntó si sería capaz de devolver la vista a una de sus hijas que era ciega de nacimiento. El sacerdote aceptó y en nombre del Señor obró el milagro. El lugarteniente y toda su familia se convirtieron al cristianismo pero no pudieron librar a Valentín de su martirio. San Valentín fue ejecutado un 14 de febrero.

Mientras estuvo encerrado, su carcelero le pidió que diera clases a su hija Julia, a base de lecciones y horas juntos, Valentín se enamoró de la muchacha. La víspera de su ejecución, envió una nota de despedida a la chica en la que firmó con las palabras "de tu Valentín", de ahí el origen de las cartas de amor y poemas que se envían los enamorados en la actualidad y de la expresión de despedida "From Your Valentine"; conocida en todo el mundo adjunta en miles de postales de San Valentín.

Es cierto que no hay "un día" para demostrar lo que nos queremos, que es algo que "se demuestra caminando" (¿verdad Hele?), pero si además hoy nos lo demostramos TODAVÍA MÁS... y encima lo CELEBRAMOS... ¡¡¡quién se resiste!!!

¡Feliz día a los enamorados de su pareja, de su familia, de sus amigos, de su trabajo, de los buenos pensamientos, de la energía positiva, de las cosas dulces, de las risas a media luz, de los recuerdos, de los sueños, de una puesta de sol, de la mirada de un niño, de un paseo por la playa, de cantar a gritos cuando nadie te oye, de caminar descalzos, de un pincho de tortilla en Jose Luis, de las carreras por el cole apagando fuegos, de echar de menos a una amiga y colgarte del teléfono horas, de las fotos de un estupendo viaje, de quedarte dormido en el sofá, de secar las lágrimas a alguien que amas, de encontar salida a ese callejón, de no rendirse, de no darlo por perdido, de saber ser agradecido, de sentir la magia en las pequeñas cosas!

¡FELIZ DÍA A LOS ENAMORADOS DE LA VIDA!

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